jueves, 17 de enero de 2013

Bajar de la torre para alcanzar un sueño

Muchas veces pienso en una torre como un refugio en el que nos sentimos seguros,… cómodos. Muchos la denominan nuestra zona de confort, es nuestra zona de conocimiento, nuestro territorio conocido, es lo que sabemos, lo que nos es familiar.  Allí se encuentran nuestras creencias, todo lo que hemos aprendido, nuestros hábitos, nuestras rutinas, nuestras actitudes, nuestros comportamientos.

¿Para qué nos serviría bajar de la torre?
Por empezar veamos como es esa posición, o sea, vivir en la torre:
Más alta que la del resto… a veces, más poderosa…… o más débil, a veces más solitaria, tal vez más cómoda ….o más exigente, puede darnos una visión de la realidad que tal vez sea completa ………o tal vez sesgada o limitada.

Si bajáramos de ahí, aunque sea de vez en cuando, tal vez nos permitiría ver el mundo desde otro lugar, ampliar o completar nuestra visión, mostrarnos que nuestro lugar es mucho mejor….. o no, si lo es, tal vez, al volver arriba lo disfrutemos más si no lo es… tal vez podamos mejorarlo.
Tal vez nos permita descubrir o crear puentes que nos acerquen a destinos aún no descubiertos.
Tal vez al crear puentes, descubramos nuevas capacidades, nuevos lugares de disfrute, nuevas personas, nuevos mundos a los cuales, desde la torre, no tenemos acceso.

Ampliar nuestro mundo, derrumbar viejas creencias, incorporar nuevas, cambiar paradigmas: eso es aprendizaje, es salir de nuestra zona de confort, incursionando en zonas nuevas que, al principio, serán zonas de disconfort pero que se convertirán en zonas de transición (mientras se consolide nuestro aprendizaje) y, con el tiempo, terminarán ampliando nuestra zona de confort.

Alguien sugirió que podríamos considerar estas zonas como zonas mágicas donde los sueños pueden convertirse en realidad.

¿Qué nos puede retener? Tal vez nuestros miedos, miedo a lo desconocido, miedo a las críticas, miedo al fracaso, miedo a perder lo que tienes,  miedo a …..
¿Qué nos puede alentar a incursionar en la zona mágica? ¿Cuál es nuestra motivación? ¿Cuál es nuestro sueño?
¿Podemos pensar en sueños empezando tal vez por uno muy chiquito? ¿Dar unos pocos pasos saliendo de nuestra torre?

¿Cuál sería un pequeño sueño para vos hoy? Tal vez para empezar a probar.

Entonces, bajar de la torre ¿puede ampliar nuestra zona de confort? Puede ser un enriquecimiento para nosotros a pesar del disconfort inicial? ¿Puede que la zona mágica nos permita alcanzar nuestros sueños?

Tal vez valga la pena el intento. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario