lunes, 4 de febrero de 2013

AMOR. Poesía? Neurociencia? O ambas?


En todo el mundo la gente ama. Canta por amor, baila por amor, compone poemas sobre el amor, vive por amor, muere por amor.
Los antropólogos han encontrado evidencia del amor en 170 sociedades. No hay sociedades que no lo hayan tenido.
Pero el amor no siempre es una experiencia feliz, a veces es causa de mucho sufrimiento ante rupturas amorosas.
El amor es una de las sensaciones más poderosas de la tierra.

Ultimamente neurocientíficos han estudiado el cerebro de personas que eran felices estando enamoradas, otras que habían sido abandonadas en una relación amorosa recientemente y un tercer grupo de personas que aún, despues de 25 años de matrimonio, seguían siendo felices.

En el primer grupo (personas que eran felices estando enamoradas) se encontró actividad en:
¨      Una zona llamada área tegmental ventral, que funciona como una pequeña productora de “dopamina” un estimulante cerebral y lo envía a varias regiones del cerebro.  Esta zona es parte del sistema de recompensa del cerebro. Es parte de nuestro sistema límbico o emocional asociado con el deseo, la motivación, el enfoque.

En ciertos casos el amor puede considerarse una obsesión y la obsesión puede empeorar cuando la persona es rechazada.

En este segundo grupo (personas que habían sufrido una ruptura amorosa) se encontró actividad en....

 tres regiones del cerebro:

¨      La misma zona asociada con el amor intenso identificada en el grupo anterior. ¡Qué mal negocio! Cuando uno termina una relación amorosa, lo único que le gustaría hacer es olvidarse de la persona y seguir adelante, pero justamente es lo que no puede hacer, simplemente la ama más! Hoy sabemos que este sistema de recompensas funciona así: para la motivación, para satisfacer un deseo, se vuelve más activo cuando no puede conseguir lo que quiere.
¨      También se encontró actividad en una parte del cerebro asociada con el cálculo de ganancias y pérdidas: el núcleo accumbens, zona que se activa cuando la persona está dispuesta a tomar riesgos enormes para grandes ganancias y pérdidas enormes.
¨      La tercer zona activada es una asociada al apego profundo a otro individuo.
Ahora entendemos porqué la gente sufre tanto al ser rechazada en el amor: siente un profundo apego a este ser humano y además este circuito de recompensa del cerebro está trabajando y siente una intensa energía, una gran concentración, motivación intensa y la voluntad de arriesgarlo todo para ganar, lo que considera en ese momento,  el mayor premio de la vida.
Por todo esto se ha llegado a considerar que el amor es una adicción: una adicción perfectamente maravillosa cuando todo va bien y una adicción perfectamente horrible cuando va mal.
Será entonces el amor una de las sustancias más adictivas de la Tierra?

En el tercer grupo (personas que siguen enamoradas después de 25 años de matrimonio) se encontró actividad en:
¨      La misma zona asociada con el amor intenso.  Todavía se activa, 25 años después!

Tal vez aprender más sobre como funciona nuestro cerebro y como esto afecta nuestras emociones y comportamientos nos ayude a comprendernos un poco más y comprender a los demás.

El amor está en nosotros. Está profundamente arraigado en nuestro cerebro. Pero, a pesar de los avances en neurociencia, todavía seguirá siendo el mismo misterio que ha producido pasiones a lo largo de la historia de la humanidad.


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