La ceguera por falta de atención: Cómo la carga de nuestra memoria nos deja “ciegos” para ver nueva información visual.
Tratando de mantener una imagen que acabamos de ver en la memoria nos puede dejar “ciegos” para ver las cosas que estamos 'buscando”, de acuerdo a un nuevo estudio apoyado por el Wellcome Trust.
Desde hace tiempo sabemos que cuando nuestros cerebros están enfocados en una tarea, podemos dejar de ver otras cosas que están a la vista. Este fenómeno, conocido como "ceguera por falta de atención", se ejemplifica con el famoso experimento 'gorila invisible "en el que la gente mirando un video de jugadores pasando una pelota de baloncesto y contando el número de pasadas no logran ver a un hombre en un traje de gorila que camina a través del centro de la pantalla. (Video: https://www.youtube.com/watch?v=sOZ71QscGJY)
Los nuevos resultados revelan que nuestro campo visual no necesita estar abarrotado de otros objetos para causar esta "ceguera" y que solo con recordar algo que acabamos de ver es suficiente para hacernos inconscientes de las cosas que suceden a nuestro alrededor.
El Profesor Nilli Lavie del UCL Instituto de Neurociencia Cognitiva, quien dirigió el estudio, explica: "Un ejemplo donde esto es relevante en el mundo real es cuando las personas están siguiendo instrucciones de un navegador vía satélite mientras conducen un vehículo.
"Nuestra investigación sugiere que al focalizarnos para recordar las instrucciones que acabamos
de ver en la pantalla significa que somos más propensos a dejar de observar otros peligros que nos rodean en el camino, por ejemplo, una moto que se acerca o un peatón en un cruce, a pesar de que podemos estar "mirando” adónde vamos ".
Los participantes en el estudio debían realizar una tarea de memoria visual mientras los investigadores analizaron la actividad de sus cerebros usando resonancia magnética funcional. Los resultados revelaron que mientras los participantes estaban ocupados en recordar una imagen que habían visto unos minutos antes, no pudieron ver un destello de luz que se les pidió que detectaran, a pesar de que no había nada más en su campo visual en el momento.
Los participantes podían detectar fácilmente el flash de la luz cuando su mente no estaba ocupada. Al mismo tiempo, el equipo observó que se redujo la actividad en el área del cerebro que procesa la información visual entrante - la corteza visual primaria.
Profesor Lavie añade: "La 'ceguera' parece estar causada por una falla en la transmisión de los mensajes visuales que no consiguen llegar al cerebro en el flujo de información, lo que significa que mientras los ojos “ven” el objeto, el cerebro no".
La idea de que hay una competencia en el cerebro por un poder de procesamiento de la información limitado se conoce como “teoría de la carga” y fue propuesta por primera vez por el profesor Lavie hace más de una década. La teoría explica por qué el cerebro no puede detectar eventos muy visibles en el campo visual, como ser el hombre en un traje de gorila, cuando la atención se centra en una tarea que implica un alto nivel de carga de información.
La investigación revela una vía de la competencia en el cerebro entre la nueva información visual y la memoria visual a corto plazo que no fue apreciado antes. En otras palabras, el acto de recordar algo que hemos visto que no está actualmente en nuestro campo de visión significa que no vemos lo que estamos mirando.
Esto resulta particularmente importante en esta época cuando los estímulos externos son tantos y tan rápidos que pueden provocar esta ceguera por inatención en momentos que pueden implicar un riesgo para nosotros y los demás.
Hablar por celular al conducir provoca ceguera por desatención por lo cual la gente mira pero no ve información en el ambiente por el que conduce. Puede no ver un peatón o un semáforo.
Un estudio del 2002 estimó que hablar por celular mientras se conduce provoca más de 2.500 muertes y 330.000 heridos cada año en US.
En Argentina en el año 2011 el 9,7% de los conductores de auto, hablan por celular y el 13,4% de los peatones lo hacen mientras circulan por las calles de la ciudad.
La probabilidad de tener un accidente mientras se habla por teléfono celular es la misma que la de tener un accidente cuando se conduce con un nivel de alcohol de 0,8.
Para quien envía mensajes de texto el riesgo se duplica ya que en esta actividad hay distracción visual, manual y cognitiva.
Mucho se ha dicho y escrito sobre este tema pero todavía es necesario una mayor toma de conciencia de los riesgos y las consecuencias que estas acciones pueden provocar. El viejo dicho “Mejor prevenir que curar” una vez más aplica para entender que tomar conciencia después de un accidente puede ser irreparable y demasiado tarde!