Muchos de ustedes
me habrán escuchado decir que soy una “life-long learner”, que, tratando de
buscar una traducción lo más apropiada posible sería “una aprendiz de por
vida”.
Esta semana
festejamos el “día del estudiante” y el “día de la primavera”.
Como suelo hacer, para este festejo también cambiaré el nombre y
diré “día del aprendiz” pues creo que aprendemos no solo estudiando sino todo
el tiempo que nuestro cerebro y nuestra alma estén abiertos y dispuestos a
hacerlo, por lo tanto este término, para mí, es mucho más amplio.
Algunos de ustedes
me conocen porque han estado conmigo como alumnos, otros en mis talleres, otros leyendo mi blog y otros siendo compañeros míos del interminable viaje del aprendizaje.
De un modo o de
otro su curiosidad y ansias de saber más, los convierte para mí en “aprendices”,
lo cual me alegra y por ello los felicito porque estoy convencida que, solo
aprendiendo toda la vida, la persona puede crecer, ser feliz y desarrollar su
máximo potencial como ser humano.
En este tiempo
está llegando la primavera, cada planta llena de brotes es una muestra del
incesante ciclo de la naturaleza, en este momento como un grito de fuerza y
crecimiento.
Por todo esto
quiero desearles un “Feliz día del aprendiz” y un “Feliz día de la primavera” y
espero que cada uno de nuestros encuentros, por el medio que sea, deje alguna
semilla en ustedes y les permita tener esa capacidad de crecimiento y
renovación eterna del aprendiz y de la primavera!