Son las 13 hs de un jueves y Diana, de
40 años , hace malabares con tres pantallas. Escucha canciones en su iPod, a continuación, escribe
un breve mail en su iPhone y vuelve con su atención a la pantalla plana
enfrente suyo.
Un día más en el gimnasio.
Como a Diana le encanta el “multitasking” , al mismo tiempo está ejercitando sus
piernas en una máquina elíptica.
En los gimnasios y en otros lugares, la
gente usa los teléfonos y otros dispositivos electrónicos para realizar su
trabajo - y también como un antídoto para el aburrimiento.
Los teléfonos celulares , con todas sus aplicaciones, ayudan a la gente a
aliviar el tedio del ejercicio físico, esperar en la caja del supermercado , aguardar
en los semáforos y hasta ayudan a distraerse durante pausas en la conversación
de la cena.
La tecnología hace que, pequeños momentos sean entretenidos , y potencialmente
productivos. Pero los científicos apuntan a un efecto secundario inesperado : cuando las personas mantienen sus cerebros
ocupados con input digital , el
cerebro pierde “tiempo de inactividad”
que podría permitirles aprender mejor, recordar información o tener nuevas
ideas.
El tiempo de
inactividad le permite al cerebro repasar las experiencias que ha tenido ,
solidificar y convertirlas en recuerdos permanentes a largo plazo.
Cuando el cerebro se estimula
constantemente este proceso de aprendizaje se ve dificultado.
En la Universidad
de Michigan, un estudio comprobó que la gente aprende mucho mejor después de
una caminata en la naturaleza que después de un paseo en un entorno urbano,lo
que sugiere que el procesamiento de un aluvión de información fatiga al
cerebro.
”A pesar de que la gente se sienta entretenida , incluso relajada, cuando realiza
varias tareas durante el ejercicio físico, o se distrae en la parada de colectivo
mirando un video clip, esto puede causar agotamiento en sus cerebros,” aseguran
los científicos .
Ha surgido en el último tiempo una
industria de software de móviles que compiten para ayudar a la gente a estar
entretenidas.
Estos desarrolladores han descubierto que
los jueguitos en celulares o aparatos móviles, se juegan normalmente durante
6,3 minutos , pero muchos se juegan en intervalos mucho más cortos. Un juego muy
popular que consiste en apilar bloques se juega durante 2,2 minutos en promedio.
Aparentemente la gente, en lugar de
tener descansos largos, como tomar dos horas del almuerzo, tiene muchos de
estos micro –momentos de distracción. Para estos momentos se han desarrollado
los jueguitos de pocos minutos de duración.
Por cuestiones laborales mucha gente tiene buenas razones para estar
constantemente revisando sus teléfonos. Pero esta demanda puede tener un alto
costo para el cerebro.
Observando este fenómeno, he presenciado algunas de las siguientes escenas:
- En el estacionamiento de un restaurante de
comidas rápidas, las personas se entretienen con sus teléfonos.
- Mientras que un hombre se sienta en su coche
esperando a su esposa en la puerta de un negocio, aprovecha a eliminar
e-mails mientras escucha las noticias en la radio.
- En una mesa de un café, una joven
espera a un amigo y chequea sus e-mails " para matar el tiempo."
- Cruzando la calle,un padre joven empuja
el cochecito de su hijo de 2 años, con el teléfono apretado contra su
oreja, mientras el nene grita tratando de llamar su atención. Habla sobre
horarios de trabajo, evidentemente tratando de “aprovechar el tiempo.”
- En un gimnasio muy grande hay 30 cintas
para correr. 27 tienen pantallas de televisión enfrente y algunas tienen
un soporte para el iPod.
Hay 3 frente a una ventana
que da a un hermoso parque con plantas, flores y una vista del azul claro del
cielo.
Una sola de
ellas está ocupada. El que está ejercitando es un muchacho de 26 años
que viene regularmente al gimnasio y dice
“Prefiero este lugar con esta vista pues,
vengo a aclarar
mi mente.”
¿Cómo vivís tu día? ¿Tu
cerebro tiene tiempo de inactividad?
¿Si no lo tiene, te interesaría tenerlo?
¿Cómo podrías crear ese tiempo de ocio o inactividad para que tu
cerebro goce de mejor salud?
Pensalo y si te animás, probá. Te aseguro que vale la pena.
¡Elegir en qué focalizar nuestra atención y cómo usar y cuidar
nuestro cerebro es crear nuestro destino!
¡Suerte!