En todo el mundo
la gente ama. Canta por amor, baila por amor, compone poemas sobre el amor,
vive por amor, muere por amor.
Los antropólogos
han encontrado evidencia del amor en 170 sociedades. No hay sociedades que no
lo hayan tenido.
Pero el amor no
siempre es una experiencia feliz, a veces es causa de mucho sufrimiento ante
rupturas amorosas.
El amor es una de
las sensaciones más poderosas de la tierra.
Ultimamente
neurocientíficos han estudiado el cerebro de personas que eran felices estando
enamoradas, otras que habían sido abandonadas en una relación amorosa
recientemente y un tercer grupo de personas que aún, despues de 25 años de
matrimonio, seguían siendo felices.
En el primer grupo
(personas que eran felices estando enamoradas) se encontró actividad en:
¨
Una
zona llamada área tegmental ventral, que funciona como una pequeña productora
de “dopamina” un estimulante cerebral y lo envía a varias regiones del
cerebro. Esta zona es parte del sistema
de recompensa del cerebro. Es parte de nuestro sistema límbico o emocional asociado
con el deseo, la motivación, el enfoque.
En ciertos casos
el amor puede considerarse una obsesión y la obsesión puede empeorar cuando la
persona es rechazada.
En este segundo
grupo (personas que habían sufrido una ruptura amorosa) se encontró actividad en....
tres regiones del cerebro:
tres regiones del cerebro:
¨ La misma zona asociada con el amor intenso identificada en el grupo anterior. ¡Qué mal negocio! Cuando uno termina una relación amorosa, lo único que le gustaría hacer es olvidarse de la persona y seguir adelante, pero justamente es lo que no puede hacer, simplemente la ama más! Hoy sabemos que este sistema de recompensas funciona así: para la motivación, para satisfacer un deseo, se vuelve más activo cuando no puede conseguir lo que quiere.
¨
También
se encontró actividad en una parte del cerebro asociada con el cálculo de
ganancias y pérdidas: el núcleo accumbens, zona que se activa cuando la persona
está dispuesta a tomar riesgos enormes para grandes ganancias y pérdidas
enormes.
¨
La
tercer zona activada es una asociada al apego profundo a otro individuo.
Ahora entendemos
porqué la gente sufre tanto al ser rechazada en el amor: siente un profundo
apego a este ser humano y además este circuito de recompensa del cerebro está
trabajando y siente una intensa energía, una gran concentración, motivación
intensa y la voluntad de arriesgarlo todo para ganar, lo que considera en ese
momento, el mayor premio de la vida.
Por todo esto se
ha llegado a considerar que el amor es una adicción: una adicción perfectamente
maravillosa cuando todo va bien y una adicción perfectamente horrible cuando va
mal.
Será entonces el amor una de las sustancias más
adictivas de la Tierra?
En el tercer grupo
(personas que siguen enamoradas después de 25 años de matrimonio) se encontró
actividad en:
¨
La
misma zona asociada con el amor intenso.
Todavía se activa, 25 años
después!
Tal vez aprender
más sobre como funciona nuestro cerebro y como esto afecta nuestras emociones y
comportamientos nos ayude a comprendernos un poco más y comprender a los demás.
El amor está en
nosotros. Está profundamente arraigado en nuestro cerebro. Pero, a pesar de los
avances en neurociencia, todavía seguirá siendo el mismo misterio que ha
producido pasiones a lo largo de la historia de la humanidad.
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